Tupa, Otaegi, Txiki

Jose Antonio Garmendia Tupa
(Abaltzisketa, Gipuzkoa, 1951)

Jose Antonio Garmendia fue un militante antifranquista. En 1973 pasó a la clandestinidad. El 28 de agosto de 1974, Arruabarrena Tanke y Garmendia Tupa fueron detenidos a la salida de Donostia, en uno de los numerosos controles que se realizaban en Gipuzkoa. En un primer momento lograron huir, abandonando sus armas en el vehículo, pero poco después fueron acribillados y ambos resultaron gravemente heridos. Garmendia recibió un disparo que le atravesó la cabeza. Estuvo una temporada en coma, sufriendo una lesión cerebral que le dejó secuelas de por vida. Cuando estaba hospitalizado e incomunicado, policías y jueces militares tomaron sus huellas dactilares y le acusaron del asesinato del guardia civil Gregorio Posadas. A pesar de su estado, la incomunicación de Garmendia se prolongó durante mucho tiempo. Sólo una monja tenía contacto con él. Aprovechándose de su estado mental, le arrancó confesiones, como forma de pagar su «culpa». Aquella manipulación provocó, entre otras cosas, la detención de una pareja en Azpeitia. En 1975 fue condenado a muerte, junto a Otaegi. Le conmutaron la pena de muerte, dada su terrible situación. Garmendia fue liberado en 1977 junto a Xabier Izko de la Iglesia, por orden del Gobierno de Adolfo Suárez.

Angel Otaegi Etxeberria
(Nuarbe, Azpeitia, Gipuzkoa, 1942 – Burgos, 1975)

Angel Otaegi nació en una vieja casa situada junto a la plaza y el río de Nuarbe. Allí vivió con su tío y su abuela y abuelo hasta que empezó a trabajar. Estudió en las Escuelas Cristianas de Zestoa y posteriormente en el instituto de Azpeitia. A los 15 años empezó a trabajar en Zumarraga, y pronto regresó a Azpeitia. Fue deportista y un apasionado del deporte. Encontró su hogar en Azpeitia, por lo que incluso dentro de ETA había quien le llamaba Azpeitia. Sus amigos le definieron como solterón y juerguista. Comprometido con la cuestión nacional de Euskal Herria, empezó a militar en ETA. En 1974 fue detenido por la Policía española, acusado de participar en el asesinato de un guardia civil. Estuvo preso en Martutene hasta que fue trasladado a la prisión de Burgos. En septiembre de 1975 fue juzgado en consejo de guerra y condenado a muerte. A pesar de las grandes protestas que tuvieron lugar tanto en el Estado español como a nivel internacional, Otaegi, Txiki y los tres miembros de la organización armada FRAP fueron fusilados.

Juan Paredes Manot Txiki
(Zalamea de la Serena, Badajoz, 1954 – Cerdanyola, Bartzelona, 1975)

Nació en una familia extremeña que, como muchas otras, se vio obligada a emigrar a Euskal Herria (a Zarautz), cuando Txiki tenía unos 10 años. En Zarautz echó raíces. En un contexto muy diferente, la existencia de una lengua distinta le hizo percatarse, según sus propias palabras, de que se hallaba en un pueblo diferente. Su infancia terminó a los 14 años, ya que la precaria situación familiar le obligó a trabajar. En 1970 comenzó a recibir charlas de formación política sobre la cuestión vasca. En 1972 ingresó en EGI y de ahí pasó a ETA. Fue adquiriendo, pues, una conciencia clara de la cuestión nacional vasca. En 1974 pasó a vivir en la clandestinidad, luchando contra el franquismo. Ese mismo año empezó a euskaldunizarse. Un año después fue acusado de matar al policía José Díaz Linares, aunque el asunto no quedó claro, y ese mismo año fue detenido. Permaneció 5 días en comisaría, sufriendo torturas que en su caso fueron especialmente brutales por su condición de emigrante. El quinto día ingresó en la cárcel Modelo, donde inició una huelga de hambre en protesta por las condenas impuestas a Garmendia y Otaegi. En plena huelga, se inició la causa contra él y el 19 de septiembre fue sometido a un consejo de guerra en el que se le declaró culpable del asesinato del policía Ovidio Díaz López. Condenado a muerte (el abogado dispuso de apenas 2 horas para preparar su defensa), fue fusilado en Cerdanyola el mismo día que Otaegi y los tres miembros del FRAP.