Sauvons Garmendia
"Tupa", Otaegui
Respuesta internacional a las penas de muerte
Baiona. Verano de 1975. Fotógrafo Vélez.
Al conocerse las condenas a muerte, la presión internacional se intensificó. La izquierda convocó movilizaciones en diferentes localidades. Por otra parte, a nivel diplomático, hubo peticiones de clemencia por parte del primer ministro sueco y líder socialdemócrata, Olof Palme, del presidente mexicano, Luis Echeverría, y del propio papa, Pablo VI.
Nada más conocerse la noticia de las cinco muertes, las protestas se extendieron por toda Euskal Herria, con una huelga general que duró varios días y manifestaciones multitudinarias en varias capitales europeas. La indignación provocó el incendio de varias embajadas españolas (Lisboa, México), y diferentes gobiernos democráticos pidieron la expulsión del Estado español de la Asamblea de la ONU.
Nada más conocerse la noticia de las cinco muertes, las protestas se extendieron por toda Euskal Herria, con una huelga general que duró varios días y manifestaciones multitudinarias en varias capitales europeas. La indignación provocó el incendio de varias embajadas españolas (Lisboa, México), y diferentes gobiernos democráticos pidieron la expulsión del Estado español de la Asamblea de la ONU.